Es importante estar atentos a los signos de alarma, como cambios grandes en el comportamiento, aislamiento o hablar de sentirse sin esperanza.  Si notas estos signos en alguien, no ignores la situación. Habla con la persona, escucha sin juzgar y anímala a buscar ayuda.  Puedes sugerirle que hable con un profesional de salud mental o que llame a una línea de ayuda.  Recuerda que no estás solo y que hay recursos disponibles para ofrecer apoyo. Tu intervención puede hacer una gran diferencia y salvar una vida. Si tú o alguien que conoces necesita ayuda, no dudes en buscarla.